Ellos tienen razón esa felicidad al menos con mayúscula no existe ah pero si existiera con minúscula sería semejante a nuestra breve presoledad
después de la alegría viene la soledad después de la plenitud viene la soledad después del amor viene la soledad ya sé que es una pobre deformación pero cierto es que en ese durable minuto uno se siente solo en el mundo
sin asideros sin pretextos sin abrazos sin rencores sin las cosas que unen o separan y en esa sola manera de estar solo ni siquiera uno se apiada de uno mismo los datos objetivos son como sigue
Hay diez centímetros de silencio entre sus manos y mis manos una frontera de palabras no dichas entre tus labios y mis labios y algo que brilla así de triste entre tus ojos y mis ojos claro que la soledad no viene sola
Si se mira por sobre el hombro mustio de nuestras soledades se verá un largo y compacto imposible un sencillo respeto por terceros o cuartos ese percance de ser buenagente
Después de la alegría después de la plenitud después del amor viene la soledad conforme pero qué vendrá después de la soledad
a veces no me siento tan solo si imagino mejor dicho si sé que más allá de mi soledad y de la tuya otra vez estás vos
En ti me he silenciado…
El corazón del mundo está en tus ojos, que se vuelan
mirándome.
No quiero levantarme de tu frente fecunda
en donde acuesto el sueño de seguirme en tu alma.
Casi me siento niña de amor que llega hasta los pájaros.
Me voy muriendo en mis años de angustia
para quedar en ti
como corola recién en brote al sol…
No hay una sola brisa que no sepa mi sombra
ni camino que no alargue mi canción hasta el cielo.
¡Canción silenciada de plenitud!
En ti me he silenciado...
(La hora más sencilla para amarte es ésta
en que voy por la vida dolida del alba).
Julia de Burgos
PEREIRA...
RIMA XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún:
—¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá:
—¿Por qué no lloré yo?